Una tarde,la madrastra,ya cansada de los lloriqueos y planteos de la nina sobre que quisiera vivir con su abuelita,mando un mensajero al bosque. Acto seguido mando a caperucita con una canasta y le ordeno ir a dejarla en lo de su abuelita. Antes de que la pequena salga, su madrastra le aviso que no saliera del camino aunque los demonios y sombras del bosque la querrian hacer cambiar de opinion.
La nina se marcho muy contenta hacia la cabana de su abuelita. Al llegar al inicio del bosque se encontro con el lenador, famoso en el pueblo por mantener a raya a las sombras y demonios del bosque. Este la observo con ojos vidriosos y con una sonrisa torcida le advirtio: "Caperucita,no salgas del camino recuerda que los demonios y las sombras te querran persuadir,se fuerte!".
Luego de esta recomendacion la pequena se adentro en el bosque,siguiendo la lugubre y oscura senda que la llevaria a lo de su abuelita, mientras que el bosque parecia comerse toda la luz que intentaba entrar al bosque. Un ambiente tetrico rodeaba a caperucita, el bosque parecia contener las vidas que habitan en el. Una neblina de olvido se expandia a su alrededor,pero la nina siguio perseverante por el camino.
Luego de horas de andanza, Caperucita advirtio que algo la estaba siguiendo. Rapidamente dio la vuelta sobre si misma y observo como en las tenebrosas sombras del bosque se dibujaba una enorme y blanca sonrisa repleta de afilados dientes y sobre ella, un par de ojos como carbones encendidos de una mirada asesina,que conformaban un rostro sin contornos.
"Pequena caperuza,debes ir con cuidado y salirte del camino, tus amigos y conocidos querran convencerte de quedarte en el,pero debes ser fuerte y confiar en mi" decia la metalica voz del misterioso personaje.
Pero claro,caperucita era,como debe ser,una nina muy obediente y se quedo en la via,tal y como le habian dicho sus mayores. El ser siguio a Caperucita todo el camino,sin parar un segundo de recitar lo mismo, hasta que Caperucita diviso a lo lejos,en un claro del bosque la cabana de su abuela.
Vieja y corroida por el tiempo,la cabana se erguia como un monumento al deterioro del paso del tiempo.Estaba cubierta de enredaderas negras y repletas de espinas. Las persianas y marcos de ventanas tenian musgo en ellos, simbolo de que nadie parecia habitar la cabana.
La nina parecio no interesarse en el aspecto de la casita, y con una dulce e infantil sonrisa se dirigio directo a la puerta podrida,a la cual golpeo tres veces con sus pequenos nudillos. La puerta se abrio lentamente,con un rechinido. Daba la impresion de que nadie abria esa puerta hacia mucho tiempo. Cuando estuvo completamente abierta, esta dejo circular el aire dentro de la cabana y salir el hedor dentro de ella. Una mezcla de encierro con alcohol.
Una vez dentro, la nina ve al lenador comodamente sentado en un corroido sillon. Este le sonrie lujuriosamente y se levanta al tiempo que la abuelita toma del hombro a la nina y dirigiendose al lenador exclama:
"El encargo ha llegado al fin,sirvete!".
"It's a cruel cruel world to face it your own"
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