NAOKO.

Lo unico que no habia cambiado en ella eran aquellas pupilas claras como un lago y aquellos delgados labios que temblaban con timidez. Sin embargo, en conjunto, su belleza habia evolucionado en plenitud. Esa especie de filo cortante que se ocultaba tras su belleza se habia mitigado y, a cambio, ahora la envolvia un dulce sosiego.
Su belleza lo emociono.
Se sorprendio que una mujer pudiera cambiar tanto en solo medio anio. La nueva belleza de Naoko seducia, tanto o mas, que la anterior, pero con todo, no pudo reprimir un sentimiento de nostalgia al pensar en la que habia perdido.
En aquella belleza insimismada propia de la adolescencia que habia seguido su camino y jamas volveria.

Fragmento de "Tokio Blues".